El Turismo Rural Comunitario en el Perú

 

La rutina y el estrés laboral hace que muchas personas opten por salir lejos del bullicio de la ciudad. Dicha demanda convierte al turismo en una excelente opción para el crecimiento económico de los pueblos, beneficiando tanto al viajero como a la comunidad.

Según datos del Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (MINCETUR), cerca de 100 mil turistas extranjeros visitan las zonas rurales del Perú, generando ingresos de 7 millones de soles anuales en estas comunidades.

Por ello, el ‘Mincetur’ desarrolla desde la década del 70, el proyecto “Turismo Rural Comunitario”, con el fin de mejorar el desarrollo económico regional. Iñigo Maneiro, coordinador nacional de Turismo Rural Comunitario del Mincetur, asegura que este proyecto cuenta con el apoyo de diferentes gestores como el estado, los gremios, ONG, operadores de turismo, prensa y la población en general.

Actualmente 16 regiones del país son beneficiadas con este proyecto, entre las que se encuentran Arequipa, La Libertad y el Cusco. Este último goza de gran afluencia de visitantes, convirtiendo al turismo en una de sus principales fuentes de ingreso económico.

Maras es un pequeño distrito ubicado a 48km del Cusco, y es conocido por sus famosas salineras. En la época del virreinato, Maras fue uno de los pueblos más importantes, debido a ser el principal abastecedor de sal. Este auge se reflejaba en la sobresaliente arquitectura de sus casas e Iglesia. Pero, con el paso del tiempo, la carencia de empleo convirtió a Maras en una ciudad fantasma, pues sus habitantes migraron a otras ciudades para mejorar su condición de vida. Sin embargo, esto cambió con la implementación de la actividad turística. Gracias a ella, ahora su economía se ha revitalizado.
 
 

 
El Turismo Rural Comunitario cambió las vidas de los habitantes del distrito de Maras. Este programa no irrumpe en las actividades habituales de la comunidad. Por el contrario, los campesinos que colaboran de este proyecto no dejan de lado sus labores diarias. Ellos reciben el apoyo de ONG, como por ejemplo del Belmond Hotel Río Sagrado y Condor Travel, quienes contribuyen al desarrollo de las tareas campesinas de Misminay, en Maras. Este aporte a la comunidad refuerza el empeño de los pobladores por mejorar su distrito.

Por otra parte, el Turismo Rural Comunitario permite que todos los miembros de la familia se involucren de diferentes maneras, otorgándoles vías de desarrollo personal. Además, contribuyen al rescate y revaloración de las tradiciones de su pueblo. Los campesinos son capacitados en actividades como la pastelería, panificación, cerámica, tejido, etc. También los instruyen en el establecimiento de servicios para aumentar el consumo de sus productos. “Implica introducirnos en las rutas, la arqueología, las fiestas, la gastronomía y el día a día de las comunidades..”, afirma Iñigo Maneiro.

De esta manera, la población brinda al turista una innovadora alternativa de conocer su comunidad, introduciéndose en los quehaceres diarios, como en el aprendizaje de sus actividades económicas y culturales. El visitante así se involucra en aspectos muy profundos de la vida de los campesinos.


‘El trabajo que ellos tienen, la organización es muy buena, aprendes mucho de acá. Pude observar el manejo de la ganadería para la leche, como se organizan, como empezaron, y eso se refleja en lo que ahora tienen’


Jerónimo Romero, campesino de Maras, se dedicaba al cultivo de sus tierras y el cuidado del ganado. Él fue testigo de la total desolación de su pueblo debido a la ausencia de trabajo y escasez de oportunidades. Sin embargo, Jerónimo no abandonó su pueblo y continuó dedicándose al labrado de la tierra. Su situación cambió cuando el rubro turístico introdujo talleres de emprendimiento en el ámbito agrícola, textil y de entretenimiento.

Este programa generó los ahora llamados Circuitos de Turismo, que incluyen tours, talleres, transporte, estadía en el pueblo de Misminay y alimentación. Los precios oscilan desde los 100 soles. Este monto incluye la tarifa del transporte, guía, lunch y recojo desde el hotel, donde se hospeda el turista.

Entre los talleres implementados por los campesinos figuran la demonstración de textiles, en el cual el turista conoce las técnicas tradicionales de hilado, desde su extracción hasta el teñido de lana. Los visitantes también son parte del arado de la tierra, en el cual los pobladores les muestran diversas formas de cultivo. Para finalizar los talleres, los turistas son invitados a una fogata, en los que son testigos de narraciones sobre leyendas y mitos del pueblo de Maras. Este y otros servicios hacen que los turistas se compenetren con una región. No sólo les hará olvidar su rutina, sino que lo harán partícipe de actividades nuevas y originales.
 
 

 
Esta situación se repite en la comunidad de Llancho, en Puno. Para los campesinos, el turismo es una actividad complementaria que le da un valor agregado a su trabajo. El turismo rural comunitario ha aportado tanto a su desarrollo social como cultural, aumentando la afluencia de visitantes. Este es el caso de tres turistas franceses, quienes se sintieron fascinados por esta experiencia. “Yo no me imagine que eran así. Los campesinos son acogedores, hospitalarios y sonrientes. ¡Excelente comida!!”…dice uno de ellos.

Por otro lado, en Cajamarca, la granja Porcón es uno de los lugares más hermosos de esta región. Este espacio turístico atrae no solo al turista internacional, sino también al nacional. Edison Álvarez es natural de Huánuco. Durante su visita a Cajamarca, afirma nunca haber visto nada parecido a la Granja Porcón: “El trabajo que ellos tienen, la organización es muy buena, aprendes mucho de acá. Pude observar el manejo de la ganadería para la leche, como se organizan, como empezaron, y eso se refleja en lo que ahora tienen”.

Christian, un turista español, fue parte de los talleres del turismo rural comunitario en el Cusco. “Si eres de esas personas a las que les gusta el anonimato y las comodidades de los grandes hoteles mejor buscar otra agencia. Lo mejor de estas “experiencias vivenciales” es el cariño de los anfitriones. Ellos agradecen tu visita de corazón”, afirma Christian, haciendo referencia a los “hospedajes familiares,” una de las propuestas del Turismo Rural Comunitario.

Esta accesible rama de servicio hotelero permite que las familias de Mara acojan a los visitantes, con la misma atención y calidez de casa. Esta propuesta atrae a turistas que no cuentan con un presupuesto alto.

Es importante que el estado siga impulsando políticas que no sólo contribuyan al fortalecimiento económico sino también a la difusión cultural de nuestras regiones.𝔖